¿Sabías que una buena visión es fundamental para disfrutar de una vida plena y saludable? A menudo damos por sentada nuestra vista hasta que empezamos a experimentar algún problema. Por eso, es esencial realizar revisiones oculares de forma regular.

¿Por qué son tan importantes las revisiones visuales periódicas?

  • Detección temprana de problemas: Muchas enfermedades oculares no presentan síntomas en sus primeras etapas. Una revisión a tiempo puede detectar y tratar problemas como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, la catarata, el glaucoma y la degeneración macular, entre otros.
  • Prevención de la pérdida de visión: Al detectar y tratar los problemas oculares a tiempo, se puede prevenir la pérdida de visión o ralentizar su progresión.
  • Adaptación de gafas o lentillas: Si usas gafas o lentillas, es fundamental realizar revisiones periódicas para asegurarte de que tu graduación es la correcta y que tus lentes se ajustan a tus necesidades visuales.
  • Evaluación de la salud general: Una revisión ocular puede revelar problemas de salud generales, como diabetes, hipertensión o enfermedades autoinmunes.

¿Con qué frecuencia debo realizarme una revisión visual?

La frecuencia de las revisiones visuales dependerá de varios factores, como tu edad, tu historial médico y si tienes algún problema ocular. Sin embargo, se recomienda realizar una revisión al menos una vez al año:

  • Niños: Es especialmente importante realizar revisiones oculares regulares en niños, ya que sus ojos están en constante desarrollo.
  • Adultos: A partir de los 40 años, se recomienda realizar revisiones visuales cada uno o dos años.
  • Personas con factores de riesgo: Si tienes diabetes, hipertensión, antecedentes familiares de enfermedades oculares o trabajas en un ambiente con mucha luz azul, deberás realizarte revisiones más frecuentes.
    ¿Qué se evalúa en una revisión visual?

Durante una revisión visual, el optometrista realizará una serie de pruebas para evaluar diferentes aspectos de tu visión, como:

  • Agudeza visual: Se mide la capacidad para ver de cerca y de lejos.
  • Refracción: Se determina la graduación necesaria para corregir defectos visuales como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
  • Presión intraocular: Se mide la presión dentro del ojo para detectar posibles problemas de glaucoma.
  • Campo visual: Se evalúa la extensión del área que puedes ver sin mover la cabeza.
  • Fondo de ojo: Se examina la parte posterior del ojo para detectar posibles enfermedades como la diabetes o la degeneración macular.

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